sábado, 10 de noviembre de 2007


Donde las girafas cuentan historias

Antología 2007- Brújula de Ensoñaciones

“Brújula de Ensoñaciones” es el trabajo de un grupo de pequeños escritores de entre siete y once años de edad.
Los cuentos y poemas que reunimos en esta antología nos muestran la mirada que cada niño tiene frente a los detalles del mundo que los rodea. Nos contagian de ese asombro por las cosas más pequeñas, que son sin embrago las más grandes. Nos impulsan a entender que en sus mundos de fantasías, todo es posible.
Y en el eterno viaje que nos propone la literatura, desde una palabra hacia otra, los niños piensan, observan, curiosean, se atreven, se enfrentan, exploran, atraviesan barreras, fantasean, se corrigen, crean, se confunden, esperan, dudan y finalmente: escriben”

María Mabel Pan

Todo comenzó en un atardecer…Melanie Giudice

Un día un hada estaba en la casa de sus hermanos. Ellos estaban jugando a la mancha. El hada se lastimó su ala y llamaron al doctor. Él la curó y cuando se fue y… ¡Siguieron jugando!




Autora: Melanie Giudice:


“Para escribir se necesita un pensamiento, lápiz y goma”

Todo comenzó en un atardecer…Lautaro Giudice

En un atardecer una mariposa llamada Carla regalaba plantas. Feliz pasó un hombre muy lindo y musculoso. Él fue y le pidió una flor y ella se la dio.


Autor: Lautaro Giudice:
“Para escribir se necesita lápiz y goma”

Todo comenzó en un atardecer… por Juan Cruz Giudice


(con final triste)

Todo comenzó en un atardecer. Una niña llamada Tamara, llevaba flores para su abuela llamada Mabel. Entonces se perdió. De pronto se la llevaron unos chicos a otro lugar y le dijeron: “Vete sola por ese camino.”
Ella les contestó que sola se iba a perder, pero igual se fue y en el camino se cayó en un pozo.
Nunca más la vieron y nunca llegó a la casa de su abuela.
Moraleja:
No te alejes nunca de tu camino



Autor: Juan Cruz Giudice:
“Para escribir se necesita un lápiz”

Todo comenzó en un atardecer por Agustina Ojeda


Todo comenzó en un atardecer, cuando bajó del cielo un hermoso ángel llamado Natael, quien fue directo a una hermosa casa. Cuando entró iluminó todo el cuarto de Ramiro y vio un oso gigante de peluche. El ángel le dio una cajita de cristal al oso, este la abrió y la caja hizo un hechizo por el cual el oso se fue a pasear un rato con el ángel por la plaza del oeste. Era de día y no había nadie allí, ya que todos se habían ido de vacaciones.
Ellos volvieron de la plaza y se fueron los dos al cielo porque se habían hecho muy amigos.




Autora: Agustina Ojeda:
“Para escribir se necesita concentración”

La mirada en el este por Tania Abello Abellay



Si miras más allá del mar
verás un mundo mágico
tan fácil de imaginar
que verás hasta una estrella,
¡una estrella de mar!

La encontrarás en todas partes
menos en la ciudad
donde allí conviven
las raíces del mar.

Y a quién no le gustaría
encontrarse con una
dormirla en una cuna
y tratarla como la luna.

Por la noche duerme
pegada fuerte
en el corazón de una piedra.



Autora: Tania Abello Aballay:
“Para escribir se necesita imaginación e inspiración”

Todo comenzó en un amanecer por Silvina Tous Caceres


Un día un hada estaba sentada mirando al sol cuando empezó a llorar porque se acordó de algo triste. En ese momento vino otra hada y le preguntó: “¿Querés ser mi amiga?” Ella contenta le dijo que sí y se fueron a jugar a un lugar donde nunca se haría de noche.


Autora: Silvina Tous Caceres:
“Para escribir se necesita leer”

Qué hay en el este?por Ivo Acosta

(Con final triste)

Había una vez un barco que viajaba hacia el este. Un día el hombre que manejaba el barco se quedó sin nafta. Agarró su bote y siguió remando. A la mañana siguiente, cansado y sin encontrar ayuda, volvió al barco. Atrapado, miró debajo del agua y no pudo encontrar nada. Finalmente murió de hambre.



Autor: Ivo Acosta:
“Para escribir se necesita no tener errores de ortografía”

Una tarde de Invierno por Ma. Victoria Santilli


Carmen tenía que ir a casa de Luciana a pasar la tarde ahí.
Se llevó su osito y la dirección de la casa. La mamá la llevó hasta la parada del colectivo y ella siguió hasta la esquina de la casa de Luci.
Luciana la esperaría en la puerta de su casa.
Carmen se acercaba cada vez más cuando vio en el piso una raya roja. En ese momento sonó la alarma de su reloj avisándole que ya era de noche pero...al cruzar la raya miró hacia atrás y era de noche cuando hacia delante era de día!
Del susto Carmen salió corriendo hasta la casa de Luciana. De tan asustada que estaba le dijo rapidísimo lo que estaba pasando. Luciana le respondió que a las 20:00hs desde la raya para atrás se hacia de noche y hacia delante se hacia de día.
Ella, tratando de entender, preguntó:” ¿Y quién hizo la raya?”
Luciana le contestó:”Cuentan que se hizo cuando hubo un terremoto porque se juntaron dos ciudades”


Autora: Ma. Victoria Santilli:
”Para escribir se necesita imaginación, confianza en vos mismo”

El Espantapájaros por Gustavo Giudice


Dicen que cuando los pájaros viajan hacia el sur, van a visitar al espantapájaros. Cuando lo molestan se defiende de murciélagos y loros.
Cuando llueve, la lluvia azota al espantapájaros pero los pájaros van igual y se divierten, y quieren que él sea su papá.
“Ojalá fuéramos como él” -dicen los pájaros-”así seríamos grandes y sentiríamos la vida de los grandes” -seguían hablando las aves-”y estaríamos con la gente, jugaríamos con los nenes.”
Luego otro pájaro agregó:”y seríamos famosos, miraríamos televisión, trabajaríamos en una película y seríamos re contra famosos, o seríamos presidentes de Estados Unidos, o escribiríamos libros importantes y nos meteríamos en la cama muy cómodos y tapados.”
Quieto el espantapájaros se preguntó:” ¡¿No será mucho?!”



Autor. Gustavo Giudice:
”Para escribir se necesita lápiz y saber”

El pulpo de nueve tentáculos por Kevin Cáceres


Había una vez un pulpo que vivía en el sur. Hace mucho tiempo tenía diez tentáculos.
Los cazadores le sacaron uno porque en ese tiempo eran muy valiosos. Los usaban para hacer un Dios bueno del mar.
Desde entonces se llama el pulpo de nueve tentáculos y nada en el sur si está de humor.



Autor: Kevin Cáceres:
“Para escribir se necesita ingenio”

La Luna del Norte por Micaela Montero





En el sur vemos la luna brillante
y en el norte se ve la luna blanca.
Vemos la luna como un diamante
y en el norte se ve blanca como una vaca.

La luna llena como una estrella
Un día en el norte se vio como el mar.
Nunca pero nunca jugaron con ella
A la noche en el norte vieron una luna par.

Ni en persona se vio la luna
Oh! Luna del norte
Ro, roo decimos cuando dormimos
Te, te dicen cuando duermen
E e...e. ¿Qué iba a decir…? ¡No importa ya!

Autora: Micaela Montero:
“Para escribir se necesita tranquilidad, humor, un poco de paciencia y mucha diversión.”

La Luna del Norte por Gustavo Vilte



Veo la luna blanca.
¿Y en el norte?
Veo la luna redonda.
¿Y en el norte?
Los murciélagos se despiertan con la luna.
¿Y en el norte, quién?
Todos dormimos con la luna
y en el norte también.



Autor: Gustavo Vilte:
“Para escribir se necesita ingenio”

La Luna del Norte por Julieta Gregori

La luna del norte es blanca.
A veces parece una uva.
Vive en el norte.

Veo la luna redonda y de muchas formas.
Al lobo, el murciélago y la bruja les encanta la luna,
porque pasan mucho tiempo de noche.
Para mi está casada con el sol.

Autora: Julieta Gregori:
“Para escribir hay que usar un lindo lápiz”

La Luna del Norte por Andrea Avalos

La luna del norte era tan linda,
que hasta esa noche que no se aparecía; toda la gente se asomaba
y se decía:
” ¿Qué sucede con la luna del norte que no aparece?!”
Toda la gente quería subir
al obelisco para ver si estaba esa hermosa luna. Pasaron y pasaron los días y la luna no salía hasta que aparecieron en los diarios, revistas y en la televisión diferentes opciones diciendo por qué la luna no aparecía. Era acaso que la luna se estaba por caer? o es que ya no existía... ?
Pero lo que decían eran noticias falsas.
En realidad la luna sí sale, pero como hay tanta luz en la ciudad
ya no se ve más.


Autora: Andrea Avalos “Para escribir se necesita tiempo y pensar”

viernes, 9 de noviembre de 2007

Cuentos para ir a dormir-2006



Ésta antología reúne los cuentos que los chicos han trabajado en el taller y que son , ni más ni menos, obras originales de su autoría.
En el taller intentamos que las palabras recobren su significado y originen un sin fin de posibilidades comunicativas. Las palabras nos llevan a mundos reales y otros fantásticos. Las palabras plasman una variedad de imágenes que cada uno de los chicos crea en sus mentes.
El lema de cada encuentro es “expresarse con la pluma “y creo que en cada niño se despierta día a día la beta del escritor de manera sorprendente.
Pero dejemos que hablen por sí solos sus cuentos que a continuación presento con mucho orgullo y alegría...

María Mabel Pan

Cuentos para ir a dormir 2006

Antología de cuentos del Taller 1, 2 y...a imaginar
Escuela Nº13 Año 2006
Prof: Máría Mabel Pan

Cuentos de Nenes por Camila Zylberman

La hermosa nena

En un hermoso castillo, muy pero muy grande, habitaba un monstruo. Una niña, que tenía una canasta y una hermosa voz, iba cantando por el bosque y se asustó mucho cuando lo vio.
La niña, enfrentando los temores, entró al castillo, pero no pudo salir. Entonces, creció y creció.
Luego apareció un príncipe que la salvó. Le dio una hoja y le dijo que dibuje el más hermoso de los dibujos. Y la joven hizo un cuadro donde estaban ellos dos juntos caminando por un jardín.
Después se casaron, y pusieron el cuadro en la casa donde empezaron a vivir juntos.

Un feo nene

Había una vez un nene horripilante. Todos los compañeros de la escuela lo cargaban, y él se sentía muy mal y triste.
Cuando empezó a llorar, un nene de otro grado le dijo: “ ¿Qué te pasó?. Y le contestó: “ todos me tratan mal”. Entonces el nene le dijo: “ No te preocupes, yo te trataré bien”
Y justo en ese momento se convirtió en el más lindo nene de toda la escuela.

Comentario:
“Yo creo que no importa ser lindo o feo, lo mejor es tener un buen corazón.”

La casa embrujada por Cecilia Vitelli


Un día un señor se compró una casa. Cuando vio que la casa estaba embrujada se fue corriendo y siguió y siguió y siguió, y nunca más volvió.
La casa estaba enojada, quería tener un amigo, entonces, el hombre siguió, y siguió, y siguió corriendo. Se quedó en el medio del campo y pensó en la casa. Se arrepintió de que la casa esté sola y decidió volver justo ahí.
Había una ruta, pasó un taxi, fue 10 Km, y se le acabó la nafta! Y justo vino un colectivo y fue tan rápido que llegaron a la casa y se hicieron amigos para siempre. Nunca más la casa estuvo embrujada, ni triste, ni enojada.
Fin

El árbol donde vivía gente or Gustavo Vilte



Aquí vivían diez personas. Cuando uno se iba, se quedaba otro.
Todas las mañanas cocinaban y viajaban otras cinco personas. Estaban en Argentina. Se quedaron un mes y luego... se fueron.
Fin

El árbol que viajó por Agustín Villalba


El árbol que viajó por el mundo un día salió a caminar por la calle. La gente le decía”: ¡OH!”.
Pasó por la Argentina, por Mar del Plata, Bariloche y allí encontró una casa linda. Se quedó dos días jugando y comiendo milanesas.
Fin

La niña por Ma. Victoria Tomalino

Había una vez una niña que se llamaba Martina. Ella era muy pero muy fea, tenía granos, arrugas, era flaca y petiza. Todos se burlaban de ella.
Todos los días al llegar a su casa se ponía a llorar porque nadie la quería. Vivía con su tía porque era la única que la quería. En la escuela estaba siempre escondida.
Luego de un tiempo, un día al levantarse se miró al espejo y no lo podía creer; ¡estaba hermosa!. Cuando iba a la escuela unos chicos le dijeron: “¿Querés ser nuestra amiga?”.
Y ella respondió que sí y desde ese día fue feliz.
Fin.

Dos detectives buscando una hormiga por Ma. Victoria Santilli

Esta era la hormiga Magdalena, la amiga maga de la reina. Nunca hacia nada, ¡Solamente porque era su amiga!
Un día Magdalena se cansó de no hacer nada y se fue del hormiguero. Llegó a la casa de Ailen, pasó por la casa. Ella estaba obnubilada con lo que había ahí. Había telas de arañas, ratas y muchas hormigas. ¡Y no te imaginas que sucias que eran! Pero ella estaba muy limpia y ese no sería su lugar.
Mientras tanto, ¡No saben que susto que tenía la reina y sus amigas! A la reina se le ocurrió llamar a los detectives. Cuando llegaron al hormiguero no encontraban a Magdalena. La reina se subió al detective para ver pero... no la tuvieron que buscar más porque estaba en el hombro del otro detective.
Fin

El árbol triste por María José Russo



Un día la señora Marcela pensó en mudarse con sus hijos y su marido Fernando
Cuando se fueron, quedó sola su arbolita Martina, la dejaron sin agua, sin sol, porque le pusieron una manta arriba. No tenía aire ni amor.
A la mañana siguiente un pajarito pasó y le dijo:
-Y tus dueños ¿ Dónde están?
-Están en Rusia
-¡Qué lástima!. ¿Te llevo a mi casa?
-Me encantaría pero las raíces están bien abajo
-bueno, ¿qué tal si cada día vengo a visitarte?
-¡Bravo, bravo, bravoooooo!
Así que el pajarito la venía a visitar todos los días.
Una noche el pajarito decidió llamar a los dueños. Ellos vinieron y todos se dieron un fuerte abrazo.
Fin

Obstáculos por Agustina Ojeda

Un día una nena iba por un camino, andando en su caballo.En una parte había un pozo grandísimo.” Correremos por nuestras madres” dijo alguien.
¿A que no sabían? El caballo hablaba. La nena se sorprendió y después dijo:”Vamos a ser amigos, ¿Te gusta la idea ?”, y el caballo le respondió que si. Llegaron a su casa y notaron algo muy raro sus mamás no estaban. ¿Saben que pasó? Ellas se pusieron de acuerdo, se fueron de la casa y se fueron a la ciudad.
Fin

Dos detectives en busca de una hormiga y otros por Micaela Montero

Dos detectives estaban en busca de una hormiga que estaba en Portugal. Pero los dos estaban en Argentina, entonces tomaron un avión hermoso.
Tardaron una hora para llegar a Portugal. Cuando la encontraron en vez de matarla, se la guardaron en un bolsillo limpio y le daban de comer un montón de hojas verdes.
La hormiga estaba feliz. Un día le dieron una familia de hormigas y allí estuvo mucho más feliz aunque tenía que trabajar.

Fin

Historia de una payasa

Erase una vez en el circo una payasa llamada Agustina Rocío Ojeda. Esa payasita era muy divertida, El público del circo la llamaba siempre y Agustina hacía piruetas, como la media luna. Su color favorito era el rosa y se quedó haciendo piruetas para siempre.

Fin.

Dos detectives en busca de una hormiga y otros por Micaela Montero

Dos detectives estaban en busca de una hormiga que estaba en Portugal. Pero los dos estaban en Argentina, entonces tomaron un avión hermoso.
Tardaron una hora para llegar a Portugal. Cuando la encontraron en vez de matarla, se la guardaron en un bolsillo limpio y le daban de comer un montón de hojas verdes.
La hormiga estaba feliz. Un día le dieron una familia de hormigas y allí estuvo mucho más feliz aunque tenía que trabajar.

Fin

Historia de una payasa

Érase una vez en el circo una payasa llamada Agustina Rocío Ojeda. Esa payasita era muy divertida, El público del circo la llamaba siempre y Agustina hacía piruetas, como la media luna. Su color favorito era el rosa y se quedó haciendo piruetas para siempre.

Fin.

La casa misteriosa por Lucia Martinez Messa


Había una vez una casa misteriosa que nadie, ni en sueños, quería entrar porque la gente decía que todos morían allí.Pero un muchacho se animó a entrar a la casa. Su familia dijo que no lo hiciera.Por sorpresa, se encontró un jardín hermoso y le llevó una rosa a su mamá.
Fin

La casa enamorada por Lorena Martinez Messa

Había una vez una casa que estaba enamorada de una mujer. ¡Qué locura una casa enamorada de una mujer!
Le gustaba su forma de cantar pero la mujer estaba enamorada de un hombre y la casa estaba triste cuando se enteró que la mujer se había casado.
Por fin, la mujer se separó y la casa fue feliz desde ese día, para siempre.
Fin

La casa mágica por Laura Martinez Messa



Había una vez una casa que nadie sabía lo que tenía adentro. Un día una niña entró y la vio y le dijo a su familia: “La casa es hermosa; ¿Quieren entrar?”. Y la mamá le dijo: “ No lo sé”. Finalmente entraron, la casa cambió de color y se quedaron para siempre.
Fin

El árbol en un día enojado por Fabricio Mallques Montes

Nadie quería ser amigo del árbol porque era apestoso. ¡Nunca se bañaba!
Un día se enojó y destruyó todo. Luego se dio cuenta de que quería un amigo y cambió.
Fin

Dos amigos en la ciudad y otros por Rebeca Hile

Dos amigos paseaban y sacaban fotos. De repente encontraron un hombre que podaba el pasto. Más adelante vieron un taladro, y también había un martillo fuerte.
Siguieron caminando y sonó el teléfono negro. Era ésta una ciudad muy activa y acelerada. Después sonó un tambor. ¡Esta ciudad es ruidosa, vámonos!-dijeron.
Y se fueron sacando fotos.

La idea de Gabriel

Gabriel agarró el lápiz y el papel. Luego agarró un grabador y dijo en vos baja: Señor hay un ladrón en su casa. Se colgó de un cable que dirigía a la casa del vecino y se cayó. Pero el ladrón lo vio y pensó que era otro ladrón y trepó por las rejas. Así finalmente, Gabriel pudo avisarle al vecino.
Fin

Historia de una payasa por Diego Gonzalez

Había una vez una Payasa llamada Agustina.Quiso andar en bicicleta sobre la cuerda ,era muy alto,pero tenia mucha suerte y su color favorito era el azul.
El presentador no sabia que tenia mucha suerte.

El árbol que cambió y otros por Juan Cruz Giudice

Un día un árbol que era flaco, pero muy flaco creció, y entonces...cambió.

La pulga que se escapó.

Era un perro muy, pero muy pulgoso, entonces como no tenía más lugar, la pulga se fue del perro.

El árbol cohete por Kevin Cáceres



Este es un árbol, pero no un árbol cualquiera. Es el árbol cohete. Un día viajó a la luna y se quedó a vivir allí para siempre.
Fin

Detectives de Hormigas: La hormiga suelta por Tania Abello Abellay

Había una vez una indefensa hormiguita, llamada Carlita, que se perdió en las peligrosas calles. ¿Se imaginan?, Una hormiguita contra el mundo que está lleno de peligros. Un día un tal Marcos Palacio, le dijo a unos valientes abuelos, ( ellos de día eran abuelos normales y a la medianoche eran detectives )que una hormiga se había perdido. Ellos buscaron por el parque, el colegio y las canchas de football. Pusieron avisos en los diarios y papeles en las paredes y la hormiguita vio todo eso y volvió.
¡Ups! Se me olvidó que el dueño de la hormiguita era Marcos Palacio.

Fin

El día en que desaparecieron las palabras

Un día un cartero se dio cuenta que habían desaparecido las palabras porque ya no recibía más cartas. Entonces decidió averiguar que pasaba. Tal vez la gente se había olvidado de las palabras porque estaba muy ocupada haciendo lo que hacen siempre. Entonces el cartero decidió decirle al presidente lo que pasaba y este le respondió que él no podía decirle a las personas que tenían que escribir, ya que ese no era su trabajo.
Por sorpresa después de un tiempo, le llegó al cartero una carta del presidente, pero él no pudo saberlo ya que no había nada escrito. ¡Habían desaparecido las palabras!. Entonces un chico del colegio tuvo una idea. “ ¿Por qué no escribimos las palabras donde desaparecieron?-dijo-. Los chicos no habían olvidado las palabras ya que soñaban con ellas todas las noches. Así escribieron en los papeles, en las cartas, en los mapas, los cartones, las paredes, los libros, en las etiquetas y desde ese día la gente volvió a escribir y nunca más se olvidaron de lo importante que son las palabras.

Fin.